XAVIER CAÑADELL I Cofundador y CEO en Electromaps
El mundo evoluciona a pasos agigantados, lo que ayer era novedad, hoy ya está pasado de moda. Todo fluye a una velocidad extrema y la información viaja a alta velocidad. Empaparse de algo es complicado, no hay tiempo que perder, y todo debe ser rápido, escueto y con la información esencial para que nos llame la atención.
En este sentido, las redes sociales están desempeñando un papel fundamental. Se han convertido en el altavoz publicitario, en un importante canal de información y de venta para muchas empresas. WhatsApp, Twitter, Facebook, Telegram, Instagram o Linkedin son solo ejemplos de este ejército de redes sociales que nos ha cambiado la manera de ver y entender las cosas.
En la misma dirección, la movilidad eléctrica ha experimentado un crecimiento imparable en estos últimos años, y también ha logrado cambiar nuestra percepción sobre la movilidad, sobretodo a nivel urbano. Uno de los grandes artífices de este cambio en la movilidad han sido las propias redes sociales, que en muchos casos han sido el principal canal de difusión de esta nueva tecnología y de los nuevos productos vinculados a ella. Por ejemplo, en el caso de los coches eléctricos, han sido las redes sociales, y en particular las comunidades de usuarios, los que han llenado el hueco de información que los propios fabricantes o concesionarios eran incapaces de generar y gestionar.
Los patrones de consumo también han cambiado y se han adaptado a las nuevas tecnologías. Los primeros usuarios de vehículo eléctrico se han informado de los distintos modelos en foros, web o en grupos de usuarios de Telegram o de WhatsApp, ya que en la mayoría de casos las marcas y concesionarios no ofrecían una información fiable de esta nueva tecnología. Una vez adquirido el vehículo, los usuarios siguen compartiendo su experiencia, tanto buena como mala, con la comunidad de usuarios de VE y con el resto de gente, así los que todavía tienen dudas pueden recurrir a esa información durante el proceso de compra. Podemos afirmar, que el gran impulsor del cambio a la movilidad eléctrica, ha sido y será la comunidad de usuarios y las redes sociales que se han usado para su difusión.
“Podemos afirmar, que el gran impulsor del cambio a la movilidad eléctrica, ha sido y será la comunidad de usuarios y las redes sociales.”
Un claro ejemplo de la potencia de las redes sociales respecto a la movilidad eléctrica es Tesla. Sin invertir ni un dólar en marketing y publicidad, han logrado posicionarse como uno de los fabricantes de los que más se habla en las calles y medios. Y en gran parte es gracias a los propios propietarios de un vehículo Tesla, que comparten experiencias, publican vídeos, fotografías o textos en las redes sociales hablando de las cosas buenas y malas de su vehículo. ¿Hay algo mejor que te cuenten los propios usuarios los pros y contras de un producto? Esta situación permite a Tesla invertir el dinero que destinaría a tareas comerciales o a montar concesionarios, a realizar acciones de más repercusión mediática, como por ejemplo, mandar uno de sus vehículos al espacio y mostrarlo a todo el mundo mediante las redes sociales. Con ello nutre de contenidos sus redes sociales y las de sus clientes, seguidores y fans.
Solo Elon Musk (gerente de Tesla) cuenta con más de 31 millones de seguidores en Twitter y sus apariciones en la red social son siempre fuente de información, aunque sólo sea por una palabra o fotografía. Otros fabricantes clásicos, como por ejemplo Toyota o Volkswagen, que no apostaron en su momento por las redes sociales y por potenciar la comunidad de usuarios, ahora tienen que invertir mucho más dinero en marketing y publicidad para lograr tener un impacto similar al de Tesla.
Todos estos inputs ayudan a Tesla a que sus productos sean conocidos por todo el mundo sin necesidad de que el cliente pase por un concesionario o gastarse millones en anuncios en los medios. Este es el secreto del éxito de la política de Tesla de usar su web como único canal de venta directa. Podemos afirmar que gracias a las redes sociales consigue que sus cliente compren un producto de más de 50.000 € que no han visto físicamente y en la mayoría de casos ni siquiera lo han probado anteriormente.
Algo similar a Tesla ha ocurrido en España con Electromaps. Sin gastar dinero en publicidad, la plataforma de movilidad eléctrica es líder en la Península Ibérica. El 95% de usuarios de vehículos eléctricos de España y Portugal utiliza Electromaps para encontrar, activar y acceder a puntos de recarga. Seguramente haber sido la primera plataforma en ofrecer este tipo de servicio ha ayudado, pero al final han sido los propios usuarios los que, mediante sus aportaciones a la comunidad de usuarios y con las referencias periódicas en las redes sociales, como Twitter o Telegram, los que han ayudado a Electromaps a ser líder indiscutible.
En resumidas cuentas, el cambio de la movilidad a una más sostenible depende en gran medida de los usuarios, de la comunidad que crean entre ellos y de las redes sociales, ya que éstas se han convertido en la mayor fuente de información actual y en la manera más rápida de que la información llegue al usuario final.
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